Hoy recomiendo una serie que es testosterona pura: Transporter: the series.
Este show está basado en las magníficas películas que protagoniza Jason
Statham (crack!), donde interpreta a Frank Martin, un conductor que se dedica a
llevar “paquetes” de un punto A hasta un punto B a cambio de dinero y que tiene
muy pocas manías al repartir hostias como panes o beneficiarse a las mujeres
que se le crucen.
Pero hay dos preguntas que pueden hacer que los fans de las pelis sean
reticentes a ver la serie:
1.
¿Sin Jason Statham (que es lo que dota de carisma a las
pelis) merecerá la pena el producto?
2.
¿Qué aporta de más esta serie a la saga?
La respuesta rápida a las dos preguntas es: si te gustan las películas, te
gustará la serie, sin duda.
Entrando en más detalle, respecto al cambio de actor hay que decir que el
Frank Martin de la serie da la talla. Sin ser Statham, Chris Vance (quizá os
suene de ser el hombre con la guía de pájaros que Scoffield ha de sacar de Sona
en la tercera temporada de Prison Break; o de ser el segundo de Jordan Chase en
la quinta temporada de Dexter) tiene carisma, y gracias a sus sonrisas cuando
conduce y su cara seria al repartir estopa hace que te olvides del gran Jason a
los pocos minutos.
En cuanto a qué más aporta la serie, la respuesta es simple: nada. Cada
capítulo es cómo una de las películas pero en 40 minutos, es decir cochazos a
toda leche, chicas ligeras de ropa en cada capítulo y ostias que te duele sólo
verlas. De hecho, en los escasos capítulos que llevan emitidos están intentando
colar una pequeña historia de fondo que se va arrastrando a lo largo de los
capítulos, pero personalmente me sobra bastante y a no ser que lleve a algo
impactante a final de temporada, pasará a ser sólo una manera de quitarnos cinco
minutillos de cada capítulo de lo que queremos ver: coches, chicas y peleas.
Además la lista de secundarios da el pego, tanto la secretaria de Frank
Martin como el mecánico que le prepara los coches están bien en los minutitos
que tienen, y es de agradecer que el inspector Tarconi de la policía francesa sea
el mismo actor que en las películas.
Así que ya sabéis, adictos a la testosterona gratuita, con Transporter: the
series, tendréis vuestra dosis durante 40 minutos cada semana.
Regla número 1: Nunca cambies el trato.
Regla número 2: Sin nombres.
Regla número 3: Nunca abras el paquete.
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