Hoy un grandioso juego de
aviones de la Primera Guerra Mundial: Wings of War WWI.
En Wings of War tomaremos
el papel de un piloto de la PGM en lo que serán unos épicos combates aéreos.
Para ello cada uno de los
jugadores contará con un mínimo de una miniatura de avión (si, miniaturas, me
encanta jugar con miniaturas tan trabajadas como estas). Cada avión tendrá unas
características específicas respecto a la posibilidad de movimientos,
resistencia a los daños, capacidad de ataque o altitud que puede tomar.
Se sitúan los aviones en
una superficie que ejercerá de tablero de combate y cada jugador elegirá los
tres siguientes movimientos que realizará su aeroplano. Los movimientos son
variados: giros a ambos lados, ganar o perder altitud, rectas más o menos
cortas, e incluso giros invertidos para cambiar rápidamente de sentido. El
objetivo de los movimientos será el acercarse a distancia de tiro de los
enemigos.
Una vez a distancia de
tiro de los enemigos se puede elegir disparar y, dependiendo de la distancia,
el avión que ha sido tiroteado deberá robar un número determinado de cartas de
daño (en principio no deberá enseñarlas y los daños que recibirá serán secretos
para el resto de jugadores). En estas cartas habrá unos números y diferentes
sucesos que se pueden dar (fallo en el motor, humo, fuego, encasquillamiento
del arma, etc.). Cuando el avión tenga tantos puntos de daño como resistencia
será eliminado del juego.
Las partidas se pueden
mejorar con la participación de artillería terrestre o la inclusión de misiones
a realizar además de eliminar el enemigo.
Hay además diferentes
ampliaciones que introducen nuevos aviones o incluso zepelines a las partidas,
dando así más variedades al juego.
También existe una
edición de la Segunda Guerra Mundial (a la que no he jugado, pero tengo
entendido que se mejora mucho la resistencia de los aviones, siendo partidas
más largas y estratégicas) e incluso hay un juego de funcionamiento similar
basado en Star Wars: X-Wing (que comentaremos en breve pues ayer pude hacerme
con el juego y estoy ansioso por probarlo).
En definitiva un juego
muy divertido, que ya vale la pena tenerlo sólo por las preciosas miniaturas de
los aviones (de hecho este es también uno de los problemas, ya que se convierte
en prácticamente en una adicción el irse haciendo con todos los aviones, y
evidentemente no los regalan).
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