Para los amantes del
anime, aquellos que se tragaron todo Dragon Ball (incluso la, para mí,
infumable GT), hoy os traigo el mejor anime de todos los tiempos: One Piece.
La historia de One Piece
es la de Monkey D. Luffy, un chico que de pequeño se comió una fruta que lo
convirtió en hombre de goma y que sueña con convertirse en el rey de los
piratas. Para eso deberá hacerse a la mar en busca del legendario One Piece, el
tesoro que escondió el antiguo rey de los piratas antes de ser ejecutado y que
propició que miles de barcos partiesen en su búsqueda, iniciándose así la gran
era pirata.
En su camino Luffy
reclutará nuevos amigos (a cual más tarado) para su tripulación, y deberá
enfrentarse con diferentes piratas rivales (soy muy fan del pirata payaso
Buggy) y con integrantes de la marina que intentarán eliminar a cualquier
pirata con el que se crucen.
A priori el elemento “piratil”
puede no parecer muy atractivo para iniciarse a la serie (a mi me pasó), pero
pronto te das cuenta que es lo de menos…lo importante es que se trate de una
historia de aventuras, superación, combates y risas (muchas risas). Además una
vez entras en el juego, toda la atmósfera pirata te atrapa y te enamoras de los
diversos barcos, banderas, carteles de “Se busca”…
Una de las cosas que para
mí hace insuperable esta serie es la combinación de batallas e historia. En
Bola de Dragón (la tomo de ejemplo por ser mi gran referente) había un objetivo
que era buscar las bolas, pero poco a poco se fue diluyendo hasta tener
simplemente sagas más o menos inconexas donde lo importante era salvar el mundo
y ahostiar al malo.
En One Piece nunca se
pierde de vista cuál es el verdadero objetivo: todo está enfocado a convertirse
en el rey de los piratas. Cierto es que hay muchas sagas con sus propios
malvados (algunas mejores que otras), pero toda la historia general sigue una
dirección. Además Eiichiro Oda (el creador) cuida mucho los detalles, haciendo
que cosas que parecen meras anécdotas en los primeros capítulos cobren una gran
relevancia 300 capítulos después (dando la sensación que no queda nada al azar
y que está todo perfectamente atado) y ambientando a la perfección las islas o
los piratas (sin ir más lejos la saga dónde se encuentra ahora el manga está
ambientada en España, con edificios de Gaudí, mujeres pasionales, y los
personajes comiendo paella y bebiendo sangría).
Otro factor fascinante de
One Piece es el elenco prácticamente infinito de personajes. A la tripulación
protagonista se le van uniendo compañeros (hay miles de foros de debate en
internet para hacer cábalas sobre el siguiente personaje que se unirá a la
tripulación), los enemigos siempre van acompañados de secuaces, y en cada isla
que desembarcan hay un montón de personajes secundarios con algo que decir.
Además todos y cada uno de estos personajes tienen una marcada personalidad, unos
peculiares poderes y un punto histriónico, freak, loco (recomiendo ver la serie
en japonés subtitulado para captar realmente lo tarados que están los personajes).
También es destacable el
hecho que los protagonistas sean a priori los malos (no olvidemos que son
piratas), aunque actúen como buenos ayudando a todo aquél que se encuentran, y
los persigan las autoridades (aquí si alguien quiere hacer valoraciones del
bien y el mal, y reflexionar sobre el hecho de si las autoridades tienen la
verdad absoluta y tal, no se equivocaría, pero quizás es ir un poco más allá de
lo que pretende esta serie).
En fin, aquél que le
guste el anime y no haya visto One Piece ya está tardando…pues es sin
ninguna duda el mayor y mejor anime/manga de la historia (no sólo lo digo yo, también
lo dicen las estadísticas). Además mejor empezar cuanto antes, pues la
maquinaria no para y ya va por el capítulo 586 (y es más o menos la mitad de la
aventura solamente).
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